Menú

martes, 27 de febrero de 2018

¿Qué es un Influencer?

Un Influencer es una persona que cuenta con cierto reconocimiento y credibilidad sobre un tema concreto, y por su presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse en un prescriptor interesante para una marca.


Esta definición es importante ya que muchas veces las marcas cometen el error de colocar el mismo influencer para diferentes tipos de productos, no debemos afanarnos con las personas el hecho que sea un buen influencer para un tema no significa que sea relevante como influencer en otros temas.

¿Por qué son importantes los Influencer?

Recordemos que el marketing digital ha adaptado elementos de la vida cotidiana como ejecución, en la vida cotidiana tenemos ciertos prescriptores por excelencia, como mecánicos, estilistas, veterinarios, albañiles, etc. Entonces si nuestro estilista nos recomienda un Shampoo o una determinada marca lo compraremos seguramente, esa tarea que realiza el estilista en la vida diaria es la que un influencer realiza en las redes sociales, entonces en pocas palabras el influencer es una persona mediática y reconocida que realiza esta tarea.

Una referencia positiva hacia un producto o un servicio por parte de una persona aparentemente desinteresada, puede suponer esa motivación última que a un cliente potencial le falta para tomar la decisión de llevar a cabo una compra. Si a eso le añadimos el alcance online que puede llegar a tener la recomendación de una persona de gran influencia en el medio online, damos con un recurso de éxito prácticamente asegurado.

Aspectos a tomar en cuenta para elegir a un influencer.

No todos los influencers encajan con nuestra marca o con nuestra estrategia de Inbound Marketing. Debemos saber identificar aquellos que por sus valores, estilo, tono se asemejen a nuestro negocio. Además, en función a nuestros objetivos elegiremos a unos influencers u otros. Del mismo modo, no existe una forma única de trabajar una campaña con influencers, lo importante es escoger aquella que tenga sentido dentro de nuestra estrategia. 

No olvidemos estas tres premisas a la hora de escoger a un influencer:

- La capacidad de generar opiniones y reacciones en otros usuarios cuando habla sobre una temática en concreto: Si algo les caracteriza es su capacidad de generar conversación en torno a un tema o marca, debemos saber aprovechar este aspecto.

- Potencial de audiencia de un influencer sobre una temática determinada: Los seguidores de los influenciadores son más valiosos por su calidad que por su cantidad.

- Nivel de participación en la conversación sobre el tema en cuestión: La implicación del influencer en la acción es fundamental para garantizar su éxito

Si el influencer cumple con estas tres características básicas seguramente tendremos éxito en nuestra campaña porque aparentemente tendremos a una persona comprometida con nuestra marca, valores, etc.

martes, 2 de enero de 2018

El Método SPIN

El método SPIN (Situación, Problema, Implicación, Beneficio), fue desarrollado en los años 90´s por XEROX, toma su nombre de las iniciales inglesas de Situation, Problem, Implication, Need pay off, actualmente es uno de los métodos más competitivos y útiles para generar ventas.


Se basa en preguntar para averiguar las necesidades del cliente y presentarle a continuación los beneficios de tu producto o servicio que las resuelven.

A continuación veremos cómo se resumen cada una de las variables del modelo:

- Situación: consiste en obtener la información básica sobre el cliente (actividad de la empresa o a que se dedica el cliente, tamaño, tendencia de ventas, etc.) que te permita determinar su coyuntura. La mayor parte de esta información se puede obtener de forma fácil mediante una pequeña prospección o charla con el cliente realizando preguntas concretas que no hayas podido responder por ti mismo tratando de indagar lo más que se pueda.

- Problema: teniendo clara la situación del cliente ahora debemos identificar cuál es su dificultad también mediante preguntas. Por ejemplo: “¿En qué áreas del negocio encuentra más limitaciones?” o “¿Cómo valoraría la situación de este aspecto?”. Procura acotar cuál es el problema, si hace falta mediante preguntas cerradas (“¿Diría que es por esto?”) o de confirmación (“¿Entonces el problema son los costes del transporte?”).

- Implicación: habiendo detectado el problema, es hora de averiguar la importancia que tiene para el cliente, es decir como lo afecta, haciendo empatía hasta cierto punto. Esto requiere preguntarle por sus consecuencias (“¿Hasta qué punto esto reduce sus beneficios?” o “¿Cuántos clientes han perdido por esto?” Además de ajustar mejor tu oferta, esto hará que el cliente sea más consciente de la necesidad de resolver el problema.

- Necesidad de beneficio: el último paso de este método consiste en que hagas preguntas que sugieran cómo tu producto o servicio puede resolver el problema del cliente. Son cuestiones del tipo: “¿Qué le parecería una solución que reduzca un 30% sus costes de transporte?”. 

Llegando al punto de la necesidad el beneficio habremos logrado el objetivo: “despertar el interés del cliente y conocer sus necesidades reales”, por lo que podrás presentarle una oferta a medida con garantías de éxito.